1 de junio: día de Marea Ciudadana

“Mientras luchan por separado, son vencidos juntos”

Tácito

      Una nueva afrenta contra las libertades ciudadanas se produjo hace unos días con la presentación de la iniciativa presidencial conocida como “ley censura”. En ella se crea la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, cuyo titular concentra todo el poder, a fin de tener la facultad de controlar a los medios de comunicación electrónicos, en particular las redes sociales y plataformas digitales, que produzcan y difundan noticias que le incomoden a los intereses del oficialismo. Aunque se logró posponer su discusión en el pleno de la Cámara de Senadores, no hay muchas esperanzas de que le muevan ni una coma al proyecto. ¿Qué atentado vendrá la semana que entra y la que sigue? Ya hemos comentado que se han producido tantas y tantas acciones que destruyen instituciones, malogran objetivos, dejan al desamparo a millones de mexicanos, que no nos damos abasto para reaccionar y combatir cada una de ellas. Es más, en redes sociales muchísima gente se pregunta si las noticias y mensajes que recibe son verdad o mentira. No hay un claro liderazgo que nos indique el camino a seguir. ¿Qué hacer?

 

      Si hay un proceso activo que nos podría dar los incentivos para unir a toda la oposición, ciudadana y partidista, a fin de reaccionar y empezar a medir fuerzas sobre qué tanto coincidimos y cómo podemos enfrentar con éxito al morenarco, es el proceso electoral de los integrantes del poder judicial. Hay una clara coincidencia en que es un proceso absolutamente ilegal, fraudulento, inequitativo, manipulado, que destruye uno de los tres poderes de la unión para sustituirlo por otro plegado a los intereses del oficialismo. A pesar de todo ello, el problema es que, con o sin nuestra participación, la elección va. Las diferencias empiezan cuando se habla de si votar o no votar. Dudo que exista consenso sobre ello, por lo que será mejor que cada persona decida qué hacer, previo análisis de los pros y contras de asistir o no.  Lo que sí sería un acto de congruencia opositora sería salir a manifestarse ese día, no solo por dicha elección, sino por todos y cada uno de los agravios que nos han endilgado a las y los mexicanos.

 

      Ya existen organizaciones de la sociedad civil que están convocando para el 1 de junio a una marcha en el Ángel de la Independencia, así como en otras ciudades a lo largo y ancho del país. Similares a las manifestaciones de la Marea Rosa. Considero que vale la pena salir a las calles nuevamente para hacernos oír, reencontrarnos, dar a conocer a México que la oposición sigue viva y actuante. Que el estar en contra de la elección judicial no signifique quedarme en casa o no hacer nada por no querer avalar un despropósito. Además, sería un buen motivo para demostrar nuestra inconformidad, no solo respecto a dicha elección, sino hacia todos y cada uno de los agravios que día a día nos recetan los cuatroteístas. Es crucial defender nuestra libertad de asociación, de manifestación, de expresión, antes de que sea demasiado tarde. Podríamos aprovechar para retomar las calles, no una sola vez sino permanentemente. Para plantearnos nuevos objetivos, coincidir en acciones, encabezar luchas ciudadanas, construir canales de comunicación, redes comunitarias, reunir a liderazgos que hoy están dispersos.

 

      La pregunta es si hay o habrá la voluntad política de los liderazgos ciudadanos y partidistas para encabezar un nuevo rumbo opositor. La tarea es titánica, inmensa, a contracorriente y muchas veces ingrata. No somos profesionales de la protesta, no tenemos los recursos económicos para vivir de ello. Hay mucha apatía, desazón, indiferencia. Sin embargo, si no actuamos nosotros, nadie más lo hará. México requiere urgentemente una oposición constructiva, propositiva, que entienda las necesidades de la gente y que encabece sus anhelos. No dejemos pasar esta oportunidad de reactivarnos como la oposición que todas y todos esperamos construir. Por lo pronto, nos vemos el 1 de junio. ¡A darle!