Urgen espacios para Reflexiones Disruptivas
“Sin reflexión vamos a ciegas en nuestro camino,
creando más consecuencias no deseadas y sin lograr nada útil”
Margaret Wheatley
En México vivimos una paradoja política: mientras cada día aparecen más y más pruebas de corrupción, ligas con el narcotráfico, violencia imparable, incompetencia y cinismo en los gobiernos emanados de Morena, la oposición sigue sin capitalizar el descontento ciudadano. Memes, noticias, artículos, videos circulan en medios y redes sociales, pero no provocan una adhesión automática hacia los partidos opositores. ¿Por qué sucede esto? Mientras no contemos con think tanks permanentes que nos den luces, mientras no profesionalicemos la investigación, el análisis, las posibles alternativas y líneas de acción, será difícil salir de este embrollo. Asimismo, mientras las organizaciones de la sociedad civil sigan recelando de los partidos y estos sigan sin abrir sus puertas a la ciudadanía, no tendremos narrativas ni acciones comunes. Cada uno, por su lado, cada cual con sus pobres resultados.
Tanto en los partidos políticos como en las organizaciones ciudadanas deberían existir espacios que se dediquen a analizar los grandes problemas nacionales, los por qués de la popularidad del grupo gobernante; los por qués de la falta de conexión de los partidos con la gente. No sé en otras organizaciones civiles y partidistas, pero en el Partido Acción Nacional existen esos espacios, tales como el Consejo Nacional y los Consejos Estatales. Como estos órganos se reúnen una o dos veces al año cuentan con Comisiones Permanentes que se reúnen con mayor regularidad. Supuestamente estos están conformados con militantes de muchos años, que conocen al partido desde distintos puntos de vista, militantes que cuentan con mucha experiencia en la arena política y que podrían aportar sus conocimientos para dar al clavo con las razones de la poca empatía del que hoy goza el partido. Sin embargo, en la práctica nos encontramos con dinámicas anquilosadas que impiden una libre deliberación de los temas que deberían ser obligatorios para reflexionar. Y de llegarse a plantear, las deliberaciones no tienen mayor trascendencia hacia el exterior. Es más, pregunté al chat GPT sobre lo tratado en el más reciente Consejo Nacional del PAN y no encontró nada qué presentarme. Por supuesto también consulté la página web del partido y no hay información al respecto.
Es tiempo de reflexionar disruptivo, pensar diferente y hacer cosas distintas para lograr resultados diferentes. El PAN actualmente esta en un proceso de renovación de sus Estatutos internos que en algo podrá ayudar en el objetivo que planteo. El problema es que muchas veces la solución no viene de reglamentos ni reglas legales sino más bien de algo menos tangible pero definitivamente con mayor peso: voluntad política de realmente querer cambiar las cosas. De poco servirán modificar las reglas del juego panista si no vienen antecedidos de profundas reflexiones que se podrían llevar a cabo en los Consejos Nacional y Estatales. Aprovechemos esta coyuntura que se nos presenta por la renovación de estos órganos deliberativos. Tengamos la altura de miras para escoger a los panistas que mejor puedan aportar para la vida futura de Acción Nacional y de México, más que a los que vayan a defender posiciones o interese de grupos. Militantes que tengan la experiencia, el conocimiento y algo que se ha olvidado mucho: la mística panista que hizo que el PAN pudiera sobrevivir durante 50 años sin ganar una gubernatura. Que lucharon a pesar de todos los obstáculos, como falta de dinero para hacer campañas, incomprensión ciudadana, fraudes electorales, avasallamiento del grupo en el poder. Todo esto que lo vivimos hace mucho tiempo, ahora se esta reeditando con la aparición del nuevo oficialismo morenista que tiene la intención más que clara de hacer una reforma electoral para mantenerse en el poder y dejar a los partidos políticos como meros espectadores de la destrucción de México.
Es deber de la Resistencia elaborar y presentar un frente común. Con aportaciones de los partidos políticos y de la sociedad organizada. Con organismos internos que piensen, reflexionen, aporten su grano de arena para salir del marasmo opositor y ser real factor de cambio apoyados por una ciudadanía más despierta, más consciente y sobre todo más activa. Yo estoy puesto. Espero que tú también. Hagamos equipo. ¡Ahora es cuando!