Relanzamiento del PAN: Luces y Sombras
“No subestimen al nuevo PAN”
Viri Ríos
A casi una semana del evento de relanzamiento del Partido Acción Nacional, mucho se ha hablado y escrito, a favor o en contra. Vale la pena seguir abonando a esta discusión con la intención de que este evento no se convierta en flor de un día, que no sea un parto de los montes, que no sea un bien mal hecho. Don Manuel Gómez Morin ya lo advertía: “es peor el bien mal realizado que el mal mismo. Lo primero destruye la posibilidad del bien y mata la esperanza. El mal, por lo menos, renueva la rebeldía y la acción". No se busca ni afirmar que con este evento el PAN ya encontró la brújula que necesitaba y que de aquí en adelante todo será positivo. Tampoco irnos al otro lado de que, haga lo que haga, el PAN no tiene remedio. Que cuenta con demasiados cadáveres en el closet que no da para más. Analicemos algunos pros y contras; luces y sombras. Ni todo está bien, ni todo está mal.
Sombras.- Es mejor iniciar con lo negativo a fin de terminar esta colaboración con lo positivo. El primer gran problema que veo es el escepticismo, tanto interno como externo. Obviamente en un acto de un solo día no es posible crear un juicio definitorio. Sin embargo, el PAN ha vivido durante ya muchos años una crisis existencial y de rumbo que lo ha desdibujado, que lo ha alejado de la ciudadanía. Se ha concentrado más en las luchas internas, intereses de grupo, cerrazón del padrón para asegurar candidaturas “pluris”, democracia nulificada por designación de candidaturas desde los centros de poder, nulo trabajo en la calle, comités cerrados, inexistente o muy escasa capacitación y promoción de sus militantes. Claro, por eso se vio la necesidad urgente del cambio de rumbo.
Sin embargo, le veo una complicación con un problema de secuencia interna (“timming”). Primero se eligieron nuevos comités nacional, estatales y municipales; luego a los consejos estatales y propuestas al consejo nacional. Después de ello, viene el relanzamiento. A mi juicio, en el mundo ideal hubiera sido al revés. Primero llevar a cabo el relanzamiento, y en base al nuevo rumbo, tener la visión de elegir a las autoridades panistas en todos los niveles con perfiles diferentes que garanticen prácticas y voluntades hacia el nuevo destino, que refresquen nuevas visiones y no reproduzcan los vicios que nos llevaron a donde estamos. Pero a lo hecho, pecho. El hubiera no existe y hay que trabajar con lo que hay.
Luces.- El acontecimiento de que el PAN por fin sea nota, ya valió la pena. Tanto la presidente de la república como la de morena están muy atentas y opinantes sobre el PAN relanzado. La comentocracia emite sus juicios muy agudos, más en contra que a favor, pero al menos regresamos a la agenda política. El objetivo de abrir el partido a la ciudadanía, de que la estrategia priorice a los jóvenes, le da un aire fresco que le vuelve a dar vida. El facilitar que las y los ciudadanos inconformes con el oficialismo entren al PAN podrá ayudar a quitarle poder a los padroneros, a que los comités estén abiertos siempre, que promuevan actividades cívicas, culturales, ambientales, de apoyo a causas ciudadanas. El que las candidaturas a puestos de elección popular se abran a todo aquel que tenga legítimas aspiraciones, desde ya, les dará poder a líderes locales y dificultará la designación de estas desde el centro. Hasta el nuevo logo, se ve un PAN abierto, en contraste con el anterior que, ahora cae uno en la cuenta, da la impresión de un partido cerrado en sí mismo. Todavía hay mucho por analizar. Seguiremos con los pros y contras en siguientes colaboraciones.
Todo lo anterior solo será posible si el relanzamiento incluye una potente voluntad política de realmente cambiar para bien y no cambiar para que nada cambie. Que el PAN se profesionalice para que sus principios de doctrina se hagan realidad. Que existan objetivos claros, metas, indicadores, actividades, resultados, mediciones, responsables, consecuencias y retroalimentaciones. Que regrese el ánimo. Que el PAN vuelva a tener ALMA. Lo que sí está claro es que ningún cambio para bien será posible si las y los ciudadanos no se involucran. Esperemos que tanto el partido como las y los mexicanos entendamos esto. México necesita un partido de oposición fuerte, propositivo, activo, eficaz. ¿Será mucho pedir? Estemos atentos y actuantes.