La miseria como forma de gobierno
“Miserable: Perverso o despreciable: Se utiliza
para calificar a alguien que obra de forma ruin, malvada, abyecta o vil”
Visión general creada por IA
La devastación causada por las recientes inundaciones en varios estados de México se está convirtiendo en otra prueba de una verdad cada vez más evidente: la negligencia criminal de un gobierno morenista que prioriza la propaganda y el control político sobre el bienestar del pueblo. Mientras miles de familias lo pierden todo, las autoridades se muestran ineficaces, lentas y más preocupadas por minimizar la tragedia que por brindar ayuda real. Este escenario dantesco es agravado por la miseria moral de utilizar los apoyos gubernamentales con fines proselitistas. Las despensas, cobijas y demás bienes básicos se tiñen de guinda, el color de Morena, como un recordatorio constante de que la ayuda no es un derecho, sino una dádiva condicionada al apoyo político. Ah, pero eso sí, la presidenta se queja de quienes quieren lucrar con la tragedia. Mayor cinismo está por verse. Por supuesto el gobierno no tiene la culpa del mal tiempo, pero sí de las medidas precautorias que debe llevar a cabo y también del apoyo para toda la población afectada. La desaparición del FONDEN, así como otros organismos, reglamentaciones, recursos, prácticas probadas, el no pago de seguros por una austeridad mal entendida, multiplican el dolor de quienes tuvieron la desgracia de vivir y ser gobernados por autoridades incompetentes
La presidenta de la República, en lugar se ser empática con los damnificados, los regaña, los calla para que oigan lo que ella tiene que decirles. Las imágenes en todos los medios de comunicación de la población haciendo lo que pueden sin ninguna ayuda oficial. La prohibición expresa y ruin de que todo apoyo en especie solo puede darlo el gobierno. Claro, la autoridad gubernamental y también la narca. El CJNG entregando despensas, sin ningún pero por parte del oficialismo. Las y los ciudadanos que no pueden llegar a las zonas afectadas con toneladas de ayuda para que el pueblo sepa que solo su gobierno les brinda beneficios.
Ante esta crisis humanitaria, ¿cuál debería ser el rol de la oposición? ¿Deberían intervenir a favor de la población a riesgo de ser tildados de oportunistas? Un partido político no es una organización que deba existir solo en elecciones. Debe ser escuela de ciudadanía real, actuante, solidaria, no en el papel ni en los discursos. Lo debe ser en las calles, para mitigar el dolor evitable. Siete años de gobiernos de esta calaña son prueba más que suficiente para que la oposición resurja con una voz crítica, constructiva, veraz, experimentada. Que quede claro, no se busca lucrar con la desgracia. Eso ya lo esta haciendo el morenismo. El objetivo es sentir el dolor de las y los mexicanos desvalidos, ser empáticos, solidarios, propositivos, eficaces. Ocupar el lugar que le corresponde al lado de la sociedad, de las causas justas.
¿Cómo tomaría México una oposición partidista articulando un frente común con la sociedad civil organizada, con un programa de emergencia que responda a las necesidades urgentes de los damnificados y con una visión clara de cómo reconstruir un México más justo, solidario y resiliente? Despliegue masivo de brigadas de ayuda, suministro de alimentos, agua, medicinas, ropa y albergue digno. Vigilancia ciudadana sobre el uso de los recursos públicos destinados a la reconstrucción, exigiendo que cada peso se invierta de manera eficiente y honesta. Impulso a proyectos de vivienda e infraestructura que sean sostenibles, resistentes a los desastres naturales y que respeten el medio ambiente. Fortalecimiento de las capacidades locales. La ciudadanía organizada puede lograr mucho más que lo propuesto por el gobierno corrupto e indolente.
Es hora de que la oposición demuestre que puede ser más que un simple espectador de la tragedia. Que se atreva a desafiar al poder, a denunciar la corrupción y a proponer soluciones concretas. Que recuerde que su legitimidad no reside solo en las urnas, sino en su capacidad para representar los intereses y anhelos de los ciudadanos. El momento de actuar es ahora. México nos exige unir fuerzas, dejar atrás nuestras diferencias y construir un futuro donde la vida, la seguridad y la dignidad humana sean la prioridad. A trabajar, que hay mucho por hacer.